ABANDONA TU PECADO
Eze 33:10 Tú, pues, hijo de hombre, dí a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿cómo, pues, viviremos?
Eze 33:11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
Un hermano en Cristo le solicitaron ir a realizar un trabajo de albañilería a casa de otro hermano que no se congregaba en el mismo lugar que él, durante su estancia en la casa del hermano mantuvieron diferentes conversaciones, en una de esas conversaciones, él se pudo percatar que el hermano aún cuando ya tenía muchos años de conocer de la palabra de Dios, no había abandonado la práctica del adulterio eso lo entristeció en su corazón, no le quedo más que exhortarlo a que abandonara su pecado, te pregunto en este día ¿qué pecado aún estas practicando ? porque nada es oculto ante los ojos de Dios, si aún estas practicando algunos de estos pecados como la lujuria, la pereza, la gula, la ira, la envidia, la avaricia, la soberbia o la pornografía te invito a que lo abandones.
El arrepentimiento es un proceso doloroso, pero necesario para alcanzar el perdón, si deseas ser perdonado debes comenzar por reconocer que haz pecado.
El ser humano tiende a no aceptar sus errores y cuando los puede identificar los trata de justificar, hay que ser valientes para reconocer en lo que hemos fallado, ya que el mismo orgullo se levanta en nuestra contra, el miedo a ser avergonzado, el miedo de lo que pueden decir, o ser menospreciado.
Al igual que el hijo pródigo no podemos ser restaurados si no reconocemos nuestros pecados delante de Dios.