(Eclesiastés3:1)
Los tiempos de Dios son perfectos. le pregunté a varias personas qué significaba para ellos cuando decían: “El tiempo de Dios es Perfecto”. Algunos me dijeron: “Es que las cosas pasan por algo”, “Todo lo que nos sucede tiene una razón”, “Es mejor que las cosas tomen su curso natural”, “No presionar las cosas”, “Dios sabe porque hace las cosas”.
Pero estas respuestas hicieron que me diera aún mas curiosidad, porque lo que entendía con esas respuestas es que la gente confía, tanto en Dios que simplemente acepta lo que le sucede, bueno o malo, y pensé; si lo que nos sucede es bueno ¡está bien! Pero si es algo que no queremos ¿Qué hacemos? ¿Nada? Decidí buscar mas al respecto para entender.
En el griego antiguo, en el que está escrita la Biblia, se utilizan los términos cronos y kairos para referirse al tiempo.
Cronos es un lapso de tiempo, es el tiempo terrenal que podemos medir con relojes y calendarios. Este es un tiempo que entendemos, por lo que podemos llegar a creer que Dios trabaja en ese mismo tiempo.
Pero lo cierto es que el tiempo de Dios se mide con el término kairos, que significa tiempo oportuno, tiempo favorable, momento señalado y preciso. El kairos es “el tiempo diseñado en el cielo, que se manifiesta en la Tierra, para bendición de los hombres”.
Podemos ver, entonces, que el tiempo de Dios no es el mismo que el tiempo de los hombres, y aunque sus milagros y respuestas se manifiestan en nuestra dimensión terrenal, estos no responden a la dimensión terrenal.
Muchas veces, cuando tenemos problemas, oramos y pedimos a Dios una solución; esperamos una respuesta rápida, casi inmediata. Y cuando no llega y sentimos que hemos esperado bastante empezamos a desesperarnos, la ansiedad se puede apoderar de nosotros y muchas veces nos enojamos y le reclamamos a Dios.
Le relamamos porque Él no está respondiendo, según nuestro tiempo; creemos que Dios está ocupado resolviendo otros problemas o que simplemente se olvidó de nosotros. Como nuestra visión del problema es limitada, creemos que Dios también tiene una visión limitada y se nos olvida que Él ve todo el panorama, que además conoce el futuro y conoce nuestros corazones.
Debemos entender que Dios tiene el control de todo, que nos ama y que todo lo que pasa (y deja de pasar) nos ayuda a bien, pero sobre todo, debemos entender que las cosas pasarán en el momento que Dios quiera y considere oportuno.
Respuesta: Lo primero que necesitamos entender sobre el tiempo de Dios es que es perfecto, así como todos los caminos de Dios son perfectos (Salmo 18:30; Gálatas 4:4). El tiempo de Dios nunca es temprano, y nunca se ha retrasado. De hecho, desde antes de nuestro nacimiento hasta el momento en que tomamos nuestro último aliento acá en la tierra, nuestro Dios soberano está cumpliendo sus propósitos divinos en nuestras vidas. Él está en completo control de todo y de todos, desde la eternidad hasta la eternidad. Ningún evento en la historia ha puesto aunque sea una arruga en el tiempo del plan eterno de Dios, que él diseñó antes de la fundación del mundo