CUANDO EL ENEMIGO ATACA
Versículo:
Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Hace unos pocos días me trasladaba a la congregación para acudir a la oración de madrugada, estaba un tanto preocupado pues no contaba ese día con el despertador y no quería que se me pasara la hora o me quedara dormido, le pedí a Señor me ayudara a levantarme a buena hora, gracias a Dios me levanto a la hora indicada para poder asistir, al salir de mi domicilio tome una bicicleta y comencé a pedalear, tenía apenas unos pocos metros de haber avanzado sin que la bicicleta alcanzara una velocidad considerable, de repente y de manera inesperada salió de terreno de una vecina un perro negro y me ataco de manera violenta, no tuve ni tiempo de reaccionar, el empeine de mi pie se dobló y perdí el equilibrio en un instante y mi codo azoto contra el pavimento y solo una parte de la cabeza se golpeó, sentí una presencia de iniquidad muy cerca de mí, estaba bajo un ataque satánico, mi corazón lo sintió, amado hermano (a) Satanás lanzara sus ataques para dañar nuestro espíritu, alma o cuerpo, el enemigo tratara de que estemos bajo su influencia y hará todo lo que sea posible para destruir, todo lo bueno de nuestras vidas, pero no olvides que mayor es el que está con nosotros, y aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón. Aunque contra mí se levante guerra yo estaré confiado. Así que fortalece en el señor y en el poder de su fuerza y vístete de la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo mi amado hermano y queda cada día bajo el amparo de la oración. Que tu familia, tu trabajo y todos los bienes que te ha dado el SEÑOR quede morando bajo la sombra del omnipotente.