Recoges lo que plantas
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
Gálatas 6:7
La gran alerta de este versículo recae sobre el engaño de pensar que podemos engañar a Dios. La ley de la siembra da una enseñanza muy clara: todos reciben los frutos de aquello que plantaron. Cada nuevo día tenemos la oportunidad de actuar bien, de plantar cosas buenas movidos por el Espíritu de Dios. Pero, que sea o no sea así, es nuestra decisión personal...
La Biblia nos muestra un sinnúmero de ejemplos de justicia y de las consecuencias que traen todas nuestras actitudes. Para sembrar bien necesitamos decidir cuáles semillas sembraremos y en cuál suelo. Todo es cuestión de escoger. Planta buenas semillas en suelo fértil y ten la certeza de que recogerás buenos frutos.
Amado Dios, sé que tú conoces mis actitudes. Nadie puede esconderse de ti y no hay manera de engañarte. Perdona mis malas intenciones y las decisiones equivocadas que he tomado hasta aquí. Ayúdame a plantar siempre buenas semillas. Que yo aproveche siempre las oportunidades de sembrar cosas buenas en la vida de otras personas. Gracias porque me ayudas y me enseñas a recoger buenos frutos que te agradan. En el nombre de Jesús, amén.