EL CORAZÓN Y EL TEMPERAMENTO
Juan 18:10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
Pedro tenía muchos defectos, era impulsivo, impetuoso, vanidoso, conflictivo y confiado en sí mismo, pero Jesús vio en él un material precioso para su reino. Así como Pedro tenía muchos defectos, seguramente también te has podido percatar de aquellos defectos que aún están presentes en ti, creo que muchos de nosotros hemos comentado del temperamento de Pedro y de cómo reaccionaba, la vida de Pedro tenía muchos altibajos al igual que muchos de nosotros, el temperamento tiene que ver con la forma en que tu reaccionas ante las diferentes situaciones que vivimos, el temperamento es la manera de ser o de la manera de reaccionar (unos gritan, otros callan, otros se enojan) no es malo el temperamento, lo malo es no tener dominio sobre ese temperamento, lo que importa es el corazón que tenemos cuando sale a relucir nuestro temperamento. El Apóstol Pedro fallo en su temperamento pero nunca fallo en su corazón, debemos de cuidar las reacciones que tenemos ante las situaciones en la vida, porque una reacción que no sepas manejar lo echa a perder todo. Aunque falle tu temperamento pero que no falle tu corazón.