Juan 3:16 – “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en ÉL no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
Porque:
Somos creación divina!, creados a la imagen y semejanza de Dios. Porque Dios se tomó su tiempo en darnos forma tal cual nos pensó con sus propias manos, y sopló sobre nosotros aliento de vida.
Porque cuando somos imperfectos y nos creemos incapaces, DIOS nos capacita y se perfecciona en nosotros.
Porque cuando cometemos “errores”, ÉL nos dice “un error” es aquel del cual no has aprendido, sin embargo, te permito experiencias para que continúes, crezcas, aprendas y madures, debes atesorar subir al próximo nivel.
Porque tenemos la capacidad de tomar decisiones sabiamente. Aún con nuestros temores, la capacidad para afrontarlos, vencerlos y ser valientes.
Porque cuando ofendemos y nos ofenden, tenemos la capacidad de pedir perdón y de perdonar. La capacidad de sentir, de amar, de vivir, de soñar, de alcanzar.
Porque no tenemos límites en DIOS y podemos luchar incansablemente día a día hasta lograrlo. Nuestro DIOS es ilimitado y para ÉL TODO ES POSIBLE. Si lo crees, la podrás alcanzar, cualquiera sea tu meta.
Porque cuando le fallamos, sus misericordias son nuevas cada mañana, y cada día hay una nueva oportunidad. Porque Dios no recuerda lo de ayer, ni le importa nuestro pasado, le interesa lo que somos hoy y hacemos a partir de hoy.
Porque nuestra vida es regalo de Dios, por lo que debemos darle valor a nuestra vida. Dibuja tu vida cada día, escríbela con vivencias, dale color, dale propósito y valor.
Porque no es el mundo el que valora nuestra vida, nuestra vida la valora DIOS. Por eso no importa cuánto valgas para el hombre, para DIOS vales su vida misma, pues la dió por tí y por mí