«Dios me dijo que el edificio se iba a caer», Mujer cristiana salvó a 50 familias de un derrumbe
2022-01-10
Una tragedia hubiera ocurrido en un edificio de Brasil de no ser por una mujer que alertó a las autoridades porque “Dios le hizo sentir en su corazón que la construcción se iba a caer”.
Neila Lara Baragchum, de 50 años, relata que ella llamó al Cuerpo de Bomberos Militares del Distrito Federal (CBMDF) para advertir sobre la posibilidad de que el edificio se derrumbara en cualquier momento; ella contó que la llamaron “loca”.
Un día antes, ella dijo que no iría al trabajo ya que no se sentía muy bien de salud, pero a pesar de eso ella acompañó al día siguiente a su esposo Rabib Baragchum, de 64 años; fue esa mañana cuando a las 7:30 am notaron que el taller dentro del edificio se estaba cayendo de a poco, puesto que encontraron pedazos de concreto en el piso.
“Me sentí muy incómoda y le dije a mi esposo que no quería quedarme adentro a morir con mi nieto, porque Dios había hablado en mi corazón que el edificio se iba a derrumbar”, contó para Correio Braziliense.
Y aunque en un principio su propio esposo no creyó en ella, Neila llamó a los bomberos para avisar de lo sucedido, “Dijo que no se iría, que era mi mujer y que tenía que quedarse conmigo allá donde yo estuviera. Fue entonces cuando me dijo que llamaría a los bomberos, y yo le dije que hiciera lo que creyera mejor”, contó su esposo.
Al llamar, los funcionarios le pidieron que enviara un correo para describir la situación pero ella insistió y fue atendida debido a que ella estaba desesperada.
“Finalmente volví a llamar a los bomberos y dije que era urgente, cuando escucharon la desesperación en mi voz entendieron la gravedad del asunto. Alrededor de las 11:30 am llegaron y bloquearon el edificio. Era una señal”, contó para recalcar que ella es de fe cristiana.
En unas horas el equipo de Defensa Civil llegó para la inspección y encontraron varias grietas muy graves dentro de la construcción y allí se dio la orden a todos los residentes de abandonar los apartamentos de inmediato.
«Estaba muy asustado y, al mismo tiempo, arrepentido por no escuchar a mi esposa. Cuando vi que evacuaban el edificio, pregunté si podía sacar el equipo de un cliente del interior del taller, pero no me lo permitieron y me dijeron que me fuera. De prisa. Cuando estábamos afuera, apunté con el dedo para mostrarle al técnico un crujido. Cuando bajé el brazo, vi que el edificio se derrumbaba”, contó con tristeza el señor Rabib.