Nuestra vida se compone, de un pasado, un presente y un futuro. Cada etapa fue, es y será una decretada por DIOS y necesaria en nuestro caminar. Ciertamente, a causa de nuestras malas acciones o decisiones las consecuencias de ese pasado fueron difíciles, pero DIOS nos permite esas vivencias para que podamos aprender de ellas. Los fracasos nos ayudan a depender de ÉL, a ser humildes, nos permite corrección, y nos estimulan a la perseverancia. Muchas experiencias pasadas fueron buenas y las recordamos y atesoramos con gran amor y alegria, otras fueron no tan buenas, y ni quisiéramos recordarlas.

Ahora, nuestro pasado, fue necesario, pero no puede limitar, ni detener, mucho menos impedir nuestro crecimiento, camino y desarrollo en el presente. El presente que vivimos será mañana el pasado forjado y trabajado para conquistar el futuro, y aunque en el pasado hayamos cometido errores y siempre como humanos nos podamos equivocar, lo que no puede detener, o ser el mismo error del pasado en tu presente, es todo aquello que te limitó, te hirió, te detuvo y no te permitió ser libre y conquistar. Nosotros no tenemos control sobre la vida de los demás, pero sí de la nuestra, y de lo que hacemos o no hacemos con lo que DIOS depositó en nosotros, herramientas y cualidades, para ser conquistadores. No importa el pasado, importa el presente que es el trampolín que te lanzará al futuro y a una vida exitosa en DIOS Y PARA DIOS. Nuestro futuro es aquel que DIOS anhela que tú y yo conquistemos. Podemos ser conquistadores en equipo y luchar y trabajar por una meta en común con nuestros hermanos y compañeros, pero también hay conquistas que son individuales y nos corresponden a tí y a mí.

No podemos cambiar el pasado, ni los errores cometidos, solo aprender de ellos, pero podemos vivir el presente, rompiendo el modelo y el patrón de nuestro pasado, construyendo experiencias y vivencias presentes para conquistar el futuro que DIOS decretó para cada uno de nosotros. Mujer de Dios,No te lamentes por el pasado, vive el presente, creyendo y disfrutando la nueva vida que DIOS nos regala, donde nos va moldeando, enseñando, guiando, y probando, para una vez listos, lanzarnos a conquistar nuestro futuro, ya sea el ministerio con el cual soñamos, la restauración de nuestra familia, de nuestro matrimonio, la sanidad de una enfermedad, la liberación de un familiar en adicción, la experiencia de ver a un ser amado sirviendo al Señor , tu negocio, cualquiera sea tu anhelo. Conquístalo!!! La Conquista pone fin al fracaso (al desierto) que es simbolo de nuestro pasado. Hay un futuro que alcanzar!!!